Con
esta intervención queremos aportar nuestra visión de la Universidad de Zaragoza
desde la perspectiva del PAS para que, junto con las demás visiones, componga
una panorámica general que nos posibilite tener conciencia de lo que somos
realmente y se convierta en un instrumento útil para la toma de decisiones por
parte de los órganos de gobierno.
Desde
este compromiso queremos evaluar una etapa que termina, coincidiendo con el
final del mandato del actual Rector, y dirigir unas reflexiones al siguiente
Rector.
A
quienes van a iniciar un nuevo ciclo les ofrecemos nuestra colaboración, les
pedimos que nos escuchen y que impulsen los instrumentos de participación.
Desde
nuestro punto de vista, el mandato que ahora termina ha estado condicionado, al
menos, por estos tres factores:
- Un contexto socio-político marcado por los gobiernos estatal y autonómico, que han lanzado un ataque sin precedentes a la educación pública en general y a la universitaria en particular.
- Un estilo de liderazgo del Rector que no ha buscado nuestra participación. Sin embargo, de forma inmediata hemos cerrado filas tras sus decisiones más controvertidas, como el plantón a Wert o la demanda a la DGA por el acuerdo de financiación.
- Y el tercero, el cambio de papel de la Gerencia, nuestro interlocutor natural. La distribución de competencias en materia de planificación de los recursos humanos en las distintas áreas del Consejo de Dirección, ha supuesto el achicamiento del espacio de la Gerencia y ha dificultado el necesario diálogo entre el Equipo de Gobierno e importantes importante sector del PAS como el SICUZ, Ingeniería y Mantenimiento, Universa o el PAS de proyectos de investigación.
Estos
condicionantes han agravado una situación difícil, que ha supuesto un serio
deterioro de las condiciones en las que desempeñamos nuestras tareas y nos ha
instalado en un clima de desconfianza innecesaria, ante los reiterados
incumplimientos de lo acordado, y de desafección, ante la percepción de ser
objeto de un trato diferente entre quienes somos iguales.
Este
es nuestro rápido análisis sobre lo acontecido. Ahora nos hace falta conocer a
dónde queremos llegar.
Entendemos
que es necesario borrar el rastro de todos estos recortes que tan negativamente
inciden en la calidad del servicio que prestamos. El más grave de todos es la
altísima tasa de temporalidad. Por ello, lo primero que debemos hacer es
estabilizar los puestos de trabajo, cubriendo, con carácter permanente, todas
las plazas que se encuentran vacantes y normalizando los procesos de selección,
provisión y movilidad. Es preciso superar esta “tasa de reposición” absurda,
combatiéndola con instrumentos jurídicos y legislativos, tanto en Aragón como
en el conjunto del Estado.
El
nuevo equipo de gobierno no debe caer en la tentación de cuadrar las cuentas
que necesita su nuevo proyecto, apoyándose en los recortes que “por imperativo
legal” vulneran nuestros acuerdos. Si es necesario, editemos un nuevo Pacto
sobre la base de la confianza que ofrece la transparencia y el cumplimiento de
lo acordado, sobre la equidad que supone el igual cumplimiento de las normas
para todos, y sobre la participación que supone compartir responsabilidades.
Muchas
gracias
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