Intervención de José A. González, en el Consejo de
Gobierno de 27 de septiembre, en el punto del Informe del Rector en relación
con la Suspensión del Acto de Inauguración del Curso Universitario.
NO HAY NADA QUE CELEBRAR
El motivo de esta intervención tiene
como finalidad remarcar que, en este asunto, lo sustantivo tiene que ver con
cómo se desarrolla la participación de la Comunidad Universitaria en la
determinación del modelo de universidad pública.
El PAS tiene una posición clara
respecto a la importación de la movilización en la defensa de una Universidad
Pública de todos y para todos.
En este sentido podemos afirmar que el
consenso en el PAS es muy amplio, como lo demuestra la unanimidad de la Junta
de Personal en la elaboración de un reciente comunicado que condenaba la Ley
Wert por entender que abre en canal a la Educación Pública ofreciéndola como
negocio. Así mismo denunciaba “el evidente
deterioro provocado por la disminución de las becas, el aumento de las tasas,
la desaparición de servicios fundamentales para las zonas rurales y para los
sectores de la población más desfavorecidos, la reducción de personal y el
empeoramiento de las condiciones de trabajo, y así hasta un largo etcétera … consecuencia
de la política practicada por el Ministerio de Educación”.
En coherencia con ese planteamiento el
PAS ha desarrollado movilizaciones ciudadanas como medio de legítima expresión
de su protesta, especialmente en el último periodo en el que ese modelo Público
se ha visto atacado frontalmente por las políticas del gobierno.
De esta forma los del PAS hemos
realizado huelgas con descuento salarial, tanto generales, como del sector
educativo. Hemos convocado manifestaciones en todos los campus y concentraciones
los Viernes Negros durante un año seguido; protestas contra las privatizaciones
de los colegios mayores en la sesión de junio del Consejo de Gobierno y
protestas por la política del Gobierno en el exterior y el interior del
Paraninfo en la apertura del último Curso Académico. También hemos desarrollado campañas solidarias
en favor de otros colectivos, las últimas en favor de Stop Desahucios o de los
trabajadores de limpieza de centros sanitarios en huelga.
Difícilmente se puede encontrar un
colectivo que haya ejercido su derecho tanto y tan bien, sabiendo conciliar los
límites de la expresión reivindicativa, con el respeto a la institución
universitaria. Ese es nuestro bagaje. Esa es nuestra realidad. Esa es la base
de nuestra credibilidad y de nuestra legitimidad como colectivo integrante de
la Comunidad Universitaria compuesto por 2.000 personas.
Sobre esta base vamos a seguir
reivindicando una Universidad abierta, democrática, que sea el motor del desarrollo social y económico de
Aragón e instrumento que posibilite la igualdad de oportunidades, en definitiva
una Universidad Pública de todos y para todos. Muchas gracias