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Intervención de la Candidatura de PAS
en el Claustro
Bloque Aragonés
16 de diciembre de 2014
Universidad de Zaragoza
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Antes de
comenzar, deseamos manifestar nuestro apoyo a la demanda de la Universidad de
Zaragoza para reclamar una financiación suficiente al Gobierno de Aragón. Hay
que pelear con uñas y dientes para defender lo público.
Por primera vez nuestra intervención en el Claustro no tiene como
principal destinatario al Rector y su equipo de gobierno, pues fundamentalmente
reiteramos nuestro mensaje del año pasado, que no mereció ninguna respuesta por su
parte, ni en el Claustro ni en el quehacer diario de gobierno.
Por ello, hoy nuestras reflexiones se dirigen a toda la Comunidad
Universitaria aquí representada.
Pidiendo perdón por nuestro atrevimiento, vamos a aprovechar vuestra
atención durante estos minutos para poner voz al pensamiento de una gran parte
de nuestro colectivo, con el objetivo de que nuestros compañeros sientan que
hemos cumplido con nuestra función de representantes, trayendo a este claustro
sus preocupaciones.
Las más de 1800 personas que administramos y prestamos los servicios de
esta Universidad nos encontramos sometidos a tres fuerzas.
La primera es la que produce el deterioro de nuestras condiciones
laborales: aumento de la temporalidad que ya afecta al 30% de la plantilla a
pesar de haber perdido 200 puestos de trabajo vinculados a la investigación;
ruptura del pacto social con nuestro convenio hecho añicos; aumento de la
discriminación, según en qué Unidad trabajes tienes unas u otras condiciones
laborales; dificultad de desarrollar una
carrera profesional adecuada.
Nosotros, como el Rector a la DGA, también demandamos el respeto a lo
acordado. Reivindicamos que se cumplan las sentencias del IPC, que nos devuelvan
la extra que se llevaron ilegalmente. En definitiva, reclamamos que los
responsables universitarios se comprometan a restituir el orden pactado, en
cuanto este estado de excepción remita.
La segunda fuerza soportada, se corresponde con la tensión que genera
una exigencia permanente de mejora, de especialización, de constante revisión y
actualización de procesos y métodos de trabajo, que combinada con una drástica
reducción de los recursos disponibles
puede derivar en una posible externalización de servicios.
Ya sé que están pensando que no decimos nada nuevo, que todos los
colectivos tenemos suficientes motivos para la queja, y tienen razón. Por eso
he anunciado tres fuerzas, y esta, la tercera, es la que peores consecuencias
provoca en el ánimo del PAS. Consiste en la percepción de ser objeto de un
trato cada vez más desigual, por parte de nuestras autoridades, respecto al
resto del personal universitario, al tiempo que asistimos al aumento de la
discrecionalidad frente a la lógica aplicación de la norma igual para todos.
Los textos del Plan de Calidad de la Gerencia contrastan con este baño
de realidad. La situación del grave deterioro del clima laboral del SICUZ es la
prueba más palpable de lo que estamos afirmando. No es un caso aislado, aunque
sí es el más evidente.
No es la primera vez que lo
hemos manifestado, pensamos que esta percepción es producto de la filosofía que
inspira a este Equipo de Gobierno respecto al PAS y creemos que no es positiva
para la Universidad, pues desvincula a nuestro colectivo con el destino de la
Institución.
Por todo ello, queridos compañeros y compañeras de la Comunidad
Universitaria, reclamamos más confianza en el PAS, mayor participación y
corresponsabilidad en las decisiones,
más equidad interna, menos autoritarismo y menos discrecionalidad a los
responsables de unidades.
Esperamos respuesta, aunque no sea hoy. Gracias
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